martes, 28 de abril de 2009

El Diario Romaji (Romaji Nikki)

Por Ishikawa Takuboku (1885-1912)

Palabras previas

El diario Romaji fue escrito por Ishikawa Takuboku, desde el mes de abril al mes de junio de 1909. Haber escrito su diario en letras romanas (Romaji) en vez de la acostumbrada mezcla de ideogramas y Kana utilizadas por la cultura Japonesa, fue poco usual para sus días, como un diario en esperanto lo seria para nuestros días. La cuestión fue que el pudo estar seguro que nadie leería sus escritos, permitiéndole ello establecer, ordenar, expresar libremente sus pensamientos.
Estos escritos representan un documento increíble, particularmente cuando uno considera que fue escrito treinta años después de la Restauración Meiji (fin del régimen shōgun) Emperador Meiji de Japón cuyo nombre fue Emperador Mutsuito (1868-1912)* El diario revela a un hombre de una profunda complejidad y sentir moderno, difícil de predecir en una literatura tan temprana. Su sentir es para mí, que soy el traductor al español, un sentir representativo de la modernidad, su sufrimiento ante las imposibilidades planteadas por la necesidad de sobrevivir con un sueldo magro, apartado de su familia, postergando sus inclinaciones personales. En suma alienado por la impronta capitalista. He decidido traducir esta obra con la intención de ofrecerla principalmente a mi querida y estimada comunidad de actores y directores de teatro, ya que a mi parecer esta obra se puede adaptar y escenificar en una obra de teatro.
Quería hacer una salvedad, no pude editar las notas de pie de página por las limitaciones del editor del blog, es por ello que les comento que Katsu es la madre de Takuboku, Setsuko es la esposa, Kioko su pequeña hija, Yosano Tekkan un gran poeta del Japón al igual que su esposa Akiko fueron amigos y estaban en contacto permanente con Takuboku.
Muchisimas Gracias a la gente de wikipedia.org por su trabajo y a la cual recomiendo para referencia de nombres y ampliación de conocimientos.
Este diario fue prácticamente desconocido hasta su publicación completa en el año 1954. Este diario fue extraído por mí del libro Literatura Japonesa Moderna desde 1868 hasta el presente. Antología compilada y editada por Donald Keene. Grove Press New York 1956. Fragmentos del diario seleccionados y traducidos del idioma Japonés al idioma inglés por Donald Keene. Traducción al idioma Español por Rolando Leturia.

Comienzo del Diario


7 de abril de 1909

Esta mañana un viento violento del oeste estuvo rugiendo atreves del cielo. Las ventanas del tercer piso estuvieron todas golpeándose, de calle abajo venia un fino polvillo como fina arena deslizándose a través de las rendijas. Pero a pesar del viento las dispersas nubes estuvieron inmóviles.
Un sol primaveral estuvo recalentando los postigos del las ventanas.
Son esa clase de de días en los que uno estaría transpirando si no fuese por el viento.
El anciano de la librería de préstamos entró limpiándose la nariz con la palma de la mano. “Terrible viento”, dijo.
“Esperemos que los capullos de los cerezos de todo Tokio florezcan hoy”.
Viento o no-viento, es un clima hermoso, dijo.
“La primavera ha venido por fin”, él, por supuesto no pudo entender mis sentimientos. “¡He! ¡He!” respondió el anciano, “la primavera, tu sabes, es una pérdida a lo que a nosotros respecta. Los préstamos de libros finalizan por la estación. Todos mis clientes preferirían salir a caminar en vez de leer un libro, y yo no puedo decir que me quejo de ellos. “La poca gente que sí lee libros, se toma su tiempo acerca de ello”.
Hay un billete de cinco Yenes en mi billetera, lo que resta del préstamo que solicité de mi salario del mes próximo en la compañía a donde trabajo. Durante toda la mañana no pude pensar en nada más. Esa debe ser la manera en la cual la gente que tiene dinero, normalmente siente acerca del dinero, cuando es repentinamente privada del mismo. Ambas situaciones son graciosas, pero a pesar de ser graciosas de igual manera, ¡hay una gran diferencia en la felicidad o la pena implicadas de ambas situaciones!
No teniendo más que hacer, traté de hacer una tabla del alfabeto Romano. De tanto en tanto el recuerdo de mi madre y mi esposa en Hokkaido salta en medio de la tabla y toma posesión de mí.
“La Primavera ha llegado”. ¡Es abril! ¡Primavera! ¡Primavera! ¡Los capullos están abriendo!
¡Hace un año ya desde que vine de Tokio!... “Y aun no he sido capaz de hacer los arreglos para enviar por mi familia”. Ese es el problema que no cesa de atormentarme, no sé cuantas veces al día.
¿Por qué decidí mantener este diario en caracteres romanos? ¿Por qué?
Amo a mi esposa, y es precisamente porque la amo a ella, no deseo que lea este diario. No, ¡eso es una mentira! Es verdad que la amo, es verdad que no quiero que lea esto, pero las dos cuestiones no están necesariamente relacionadas.
¿Soy un débil entonces? No, todos mis problemas provienen de la equivoca institución matrimonial. ¡Matrimonio! ¡Qué institución idiota! ¿Qué se puede hacer acerca de ello?
Hoy los miembros del equipo de tenis de la Universidad de Tokio, quienes están en el cuarto contiguo, tienen su último día de juego.
Ellos salieron muy alegres.
Después de almorzar, partí hacia la oficina en tranvía como de acostumbro, una vez allí, corregí las pruebas con el anciano en la esquina de la habitación editorial.
Cerca de las cinco de la tarde, las pruebas para la primera edición estaban terminadas, entonces regrese a mi casa: este es mi trabajo diario para ganarme la vida.
De regreso, caminé a lo largo de una calle en Hongo, intentando hacer algunas compras. Los arboles de cerezo del campus universitario tenían en un solo día sus capullos abiertos en sus mitades.
El mundo está ahora, completamente detenido por la primavera.
El sonido de los pasos de la gente, yendo y viniendo, llenando las calles, de alguna manera me animaba. No me podría ayudar preguntarme de donde habían aparecido ellos tan repentinamente, esas bellas personas vestidas bellamente, pasando como un torrente. Es primavera, pensé. Seguidamente recordé a mi esposa y a la pequeña Kioko.
Me había prometido a mí mismo que enviaría por ellas en abril, y no he… Yo no puedo.
¡Ah! Mi escritura es mi enemiga y mi filosofía nada más que lógica vacía que me ridiculiza a mí mismo. Me veo como deseando tantas cosas, pero, ¿no se reducen todas ellas a una cosa? ¡Dinero!
Esta noche cuando regresé, después de las diez, hubo un estampido tremendo en la habitación contigua. Uno de los jugadores de tenis, al regresar alcoholizado en honor a su equipo, había hecho pedazos la lámpara, quebrando los marcos de las puertas corredizas. Me encontré con uno de los estudiantes en la puerta de su habitación. Él fue mi compañero en la secundaria, ahora estudia ingeniería en Kioto. Sostuvimos una conversación infantil hasta casi la una de la mañana. Mientras tanto, el alboroto en la habitación contigua, había aminorado.
La noche primaveral se había hecho más intensa, la noche de un día en que habían florecido los capullos por toda la ciudad. En medio de la ciudad silenciosa, en sueños, solo yo yacía despierto, contando las respiraciones de la calma noche primaveral, sentí cuán triste y sin sentido había sido mi vida en esta habitación.
¿Qué debo parecer aquí, totalmente solo en esta diminuta habitación vencido por una fatiga indescriptible? El descubrimiento final que los seres humanos, debe ser, que el ser humano en sí mismo, no es de la menor importancia.
He estado viviendo un largo tiempo-a lo largo de doscientos días- en esta pequeña habitación, lleno de inquietud y con una esperanza superficial de encontrar algo que realmente me interese. ¿Cuánto durara esto…? ¡No! Leí en la cama la obra completa de Turgenev. (N. Del T. Ivan Sergeyvich Turgenev (1818-1883) Novelista Ruso)

Jueves 8

Ellos probablemente lo olvidaron por estar perplejos debido al escándalo ocurrido en la habitación contigua, (pero ser olvidado es ya un insulto, un insulto lo suficientemente natural en vista de mis circunstancias presentes: además, pensándolo bien me puedo reír de todo), transcurrieron dos horas enteras, después que me levantara y me bañara, y aun no habían traído la bandeja con el desayuno.
Pensé: siempre me mantuve en calma en circunstancias similares, y nunca jamás me enfadé. Pero eso, ¿es porque soy de naturaleza indolente? Probablemente no. Eso es una máscara pensé, y si no es una máscara, proviene de alguna idea muy cruel. Inmediatamente después golpeé mis manos y llame a la mucama.
El cielo estuvo calmo y claro. En primavera, hay algo esperanzador en las calles.
El viento constantemente dispersaba la arena y hacia flamear los primaverales kimonos de los transeúntes.
En el camino de regreso de la oficina me encontré con Hinosawa, el ingeniero. El es un verdadero dandy. Cuando se sentó a mí lado con sus nuevas y entalladas vestimentas occidentales, yo vestía un kimono acolchado con las mangas raídas, sentí que tenía que decir algo sarcástico. ¿Has estado observando el florecer de los cerezos? “No, no he tenido tiempo de observar el florecer de los cerezos”. Eso está bien, dije. Lo expresado por mi es extremadamente común y corriente a un hombre común y corriente porque pensé, que ello, causaría una ironía maravillosa. Por supuesto que no tuve temor que Hinosawa entendiera el significado de mis palabras: Él es absolutamente apacible. La situación fue divertida por eso. Había dos mujeres ancianas sentadas frente nuestro. “no me agradan las mujeres ancianas de Tokio, dije. ¿Y eso porque? Preguntó Hinosawa, “Me da un mal presentimiento con solo mirarlas”. Es eso verdaderamente. No hay nada maternal en ellas, al igual que las mujeres de la campiña. Entonces, una de las ancianas me dirigió una mirada de furia detrás de sus lentes oscuros. La gente que nos circundaba, también miraba atónita, con sus ojos abiertos hacia mí. Me sentí de algún modo complacido. “¿Es eso Así?” Dijo Hinosawa, con una voz tan suave como pudo.
“Por supuesto, cuando uno busca mujeres jóvenes, no hay lugar como Tokio.
Pero una vez que ellas comienzan a envejecer, todas comienzan a tener una expresión de amargura en sus rostros.
“Ja, ja, ja,ja”
Soy Aficionado al cine. ¿A vos te agrada?
“Aun no hice el esfuerzo de ir”
“Son realmente interesantes. Deberías darles una mirada.
En un minuto se iluminan, y en el minuto siguiente se oscurecen. Es divertido.
“Eso es perjudicial para los ojos, ¿no es así?” pude darme cuenta de la desagradable incomodidad en el rostro de mi amigo. No me alivio sentir un pequeño triunfo.
“¡Ja, ja, ja! Esta vez fui yo el que reí.
Salí cerca de las ocho, en la tarde, a comprar hilo y aguja, para zurcir los agujeros de mi kimono. Las calles estaban llenas del bullicio primaveral. Además de los puestos nocturnos abiertos, había pequeñas tiendas vendiendo plantas. Todos estaban caminando, algunos más alegres, otros menos, hombros rozando hombros. No pude comprar la aguja y el hilo. Sin embargo pude escuchar a mi corazón gritando: ¡No Lo hagas! ¡No lo hagas! Termine sacando mi billetera y comprando este cuaderno, medias, ropa interior, papel para cartas, y dos macetas con pensamientos. ¿Por qué me ocurre esto? Cuando estoy a punto de comprar algo necesario, siempre esa voz diciendo: ¡Detente! La voz dice: “te quedaras sin un centavo”. La voz dice “ellas están sufriendo en Hokkaido”.

Viernes 9

Los capullos de los cerezos están casi totalmente florecidos: es un día perfectamente primaveral, calmo cálido, el cielo a lo lejos esta velado de bruma. Esta tarde, en el tranvía de regreso, vi a una niña que se veía como Kyoko, cuando me separe de ella la primavera pasada. La niña estaba haciendo un chirrido con una flauta de juguete, y mientras lo hacía, me miraba tímidamente, escondiendo su cara risueña, fue tan adorable, que quise tomarla en mis brazos.
El rostro de la madre de la niña, luce de la manera en que imagino, luciría el rostro de mi madre cuando fue joven. La nariz, las mejillas, los ojos, todo el rostro fue como el de ellas. ¡Eso no fue un rostro muy refinado!
Es una tarde primaveral dulce como la leche. A lo lejos, una rana está croando.
¡La Primera rana del Año!


Sábado 10

Anoche leí hasta pasada las tres, y me levanté hoy después de las diez.
Un viento desde el sur esta soplando en el claro cielo.
El hecho que los relatos breves recientemente escritos vienen a ser nada más que una nueva clase de sketch extraídos de la vida-no- el hecho es que nosotros tenemos que detenernos en la necesidad de leerlos- dicho de otro modo, el hecho es que nosotros no estamos satisfechos con ellos, demuestra que la autoridad de la filosofía natural, como forma de vida, esta gradualmente pereciendo.
¡Cómo cambian los tiempos! No se puede negar que el Naturalismo fue la filosofía que nosotros profesamos con gran entusiasmo, pero eso fue antes que descubriéramos las contradicciones lógicas en esa filosofía. Entonces cuando nosotros habíamos superado esas contradicciones, y avanzamos, la espada que sostuvimos en nuestras manos no fue nunca más la espada del Naturalismo. Por lo que a mí respecta, nunca más tuve la capacidad de estar conforme conmigo, teniendo una actitud de indiferencia. La actitud de un escritor hacia la humanidad, no puede ser de indiferencia. Debe ser un crítico. O un planificador par la humanidad.
El Naturalismo positivo, el cual alcancé, es un nuevo idealismo. Por un largo tiempo nosotros despreciábamos la palabra “ideal”. En realidad, la clase de ideales que nosotros profesábamos fueron, en ese entonces, como nosotros luego descubrimos, no más que ilusiones lamentables, no más que una ilusión de la vida. Pero nosotros estamos vivos, y nosotros debemos vivir. El ideal de destruir todo y luego, reconstruir todo nuevamente con nuestras propias manos no es más que una ilusión lamentable. Incluso si el ideal en sí mismo es una ilusión de la vida, nosotros no podríamos vivir sin ese ideal. Si esta profunda necesidad interna debe, del mismo modo, ser descartada, no me queda más por hacer, solo morir.
Lo que escribí esta mañana es una mentira. Por lo menos en lo que a mí concierne eso no es un primer principio. Yo no considero, que cualquiera de los logros de la humanidad, sin tener en cuenta el campo de su competencia, es debido a una causalidad.
Solía pensar que la literatura era más admirable y más valiosa que ninguna otra disciplina, pero ello fue antes de conocer el significado de la palabra “admirable” ¿es posible que cualquier cosa realizada por los seres humanos pueda ser admirable? El ser humano en sí mismo, no es admirable ni acaso valioso.
Yo deseo paz mental. Me di cuenta de ello esta tarde por primera vez. Sí es exactamente eso, más allá de toda duda. Me pregunto con autentica certeza como debe ser el sentir que no haya nada por lo que uno deba preocuparse.
Ha pasado tanto tiempo desde que experimente eso –no desde que tuve conciencia de lo que estaba pasando en el mundo- que ya he olvidado.
Últimamente los momentos más tranquilos de mi vida son aquellos consumidos yendo y viniendo del trabajo en el tranvía. Cuando estoy en casa, no haciendo nada, siento como si yo debiese estar haciendo algo. ¿Pero qué? Ese es el problema. ¿Leer?¿Escribir? pero pareciera que no hay nada que leer o escribir. No, leer y escribir, son solamente una parte de ese “algo”. ¿Hay algo más que pueda hace yo aparte de leer y escribir? Eso yo no lo sé. De todos modos, siento como si debiera hacer algo. Incluso, cuando estoy pensando en cosas totalmente carentes de importancia, siento como si estuviese perseguido por ese “algo”. Y como resultado, no puedo echarle mano a nada.
En la oficina deseo que el tiempo pase rápidamente. No es que haya algo que me disguste especialmente acerca del trabajo, o que el ambiente sea desagradable. Cuando retorné temprano a casa, estuve perseguido por ese sentimiento de deber hacer “algo”. Desconozco que es ese “debo estar haciendo algo”. Pero estoy perseguido por esa obligación.
Siento intensamente el cambio de las estaciones. Cuando observo los cerezos florecer, éste simple acontecimiento me hiere en lo profundo como una flecha. Es como si ante mis ojos, yo viera los capullos abriéndose, e incluso es como si yo estuviera vigilando por ellos el advenimiento de su florecer. Cualquier cosa que observo, cualquier cosa que escucho, siento como si estuviese yendo contra la corriente. No tengo un momento de clama, no estoy en paz, ¿estoy siendo empujado desde atrás? O ¿estoy siendo tironeado desde el frente? Cualquier cosa que sea eso, no puedo estar en calma. Siento que debo salir huyendo hacia algún sitio. Entonces, ¿Qué es lo que estoy buscando? ¿Fama? No, no es eso. ¿Logros? No, tampoco es eso. ¿Amor? No. ¿Conocimiento? No. Entonces, ¿Dinero quizás? Si, dinero. No como fin, sino como medio. Lo que estoy buscando con todo mi corazón, es paz mental. Sí que es eso. ¿Significa eso que estoy cansado?
La clase de revolución que tomó lugar en mi interior el último año, progreso con una fuerza tremenda. A pesar que no tuve ningún enemigo en particular durante esos cientos de días, siempre estuve a la defensiva, todos sin distinción, parecían ser enemigos. Ocasionalmente, pensaba con agrado en matar a todos mis conocidos, comenzando por mis amigos más íntimos. Cualquiera que fuese un amigo íntimo, lo odiaba a causa de su amistad. Recomenzar todo nuevamente”. Fue la “nueva” esperanza, la cual me guiaba cada día. Mi “nuevo mundo” fue el mundo de lo fuerte. Abandone el naturalismo que sostuve como mi filosofía, luego dejando sus bastiones de negatividad, saliendo, entonces, hacia el amplio campo del positivismo. Los fuertes, tuvieron que quitarse a ellos mismos las ataduras, y la vieja armadura de lo convenido, y así luchar audazmente. Ellos tuvieron que avanzar rápidamente, cualesquiera que sus inclinaciones fuesen, sus como hierro, sin lagrimas, sin sonrisas, no tomando nada en consideración, teniendo que descartar como polvo todo aquello que era tomado en cuenta como virtudes para la humanidad, luego como resultado, ellos llevaban adelante sus acciones más allá de lo que los seres humanos podían. Y ¿con que propósito? Ellos, para sí mismos no lo sabían, no sabían verdaderamente que sus intenciones se convertirían en las intenciones de todos los seres humanos.
Los cientos de días cuando estuve a la defensiva, fue solo u período de posar como un guerrero. ¿A quién vencí? ¿Cuán fuerte me hice?
Resumiendo estaba cansado. Cansado sin haber tenido lucha.
Uno puede atravesar el mundo por dos caminos y tan solo dos. ¡Todo o nada! El primero es luchar contra todo. Ni triunfos, ni derrotas. Hay un alivio en nunca haber sido derrotado. Y hay una vitalidad en triunfar siempre. Y no hay nada que temer de ambas… pero a pesar de que estas son mis opiniones, ellas no me animan ni me dan la menor fortaleza. Mi carácter es un carácter infeliz.
Soy un débil, un débil con una espada maravillosa inferior a nada.
Yo no puedo sostener esto, al menos que luche, y aun así soy incapaz de ganar.
Ello significa que el único camino para mi es morir, pero me disgusta el pensar en morir. ¡Yo no necesito morir! Entonces ¿Cómo voy a vivir?
Necesito vivir como un granjero, ignorante de todo. Estoy lejos de ser inteligente. Envidio a las personas que pierden la razón. Soy tan saludable mentalmente y físicamente.
Deseo poder olvidar esto, eso, todo. ¿Pero cómo?
Últimamente, he estado tentado, de vez en cuando, por el deseo de ir a un lugar a donde no haya nadie. Un sitio con nadie más que yo, o al menos, donde ninguna voz pueda ser escuchada, donde nada que pueda ser escuchado tenga la más remota conexión conmigo, un sitio donde no haya el temor de que alguien venga y me observe, ¡ha! Me agradaría ir allí por una semana, diez días, no, incluso por un día, incluso por medio día.
A mí me agradaría descansar mi cuerpo como me plazca, en un sitio donde no importe que expresión tenga en el rostro, donde no importe que aspecto tenga o cause el mismo. Donde no haya temor de ser advertido.
En algunas ocasiones, tratando de olvidar estos pensamientos, voy a lugares donde hay muchas personas, como el cine. Y ocasionalmente, de otra manera, yo voy allí cuando siento anhelo por personas-mujeres jóvenes- y aun así no puedo encontrar satisfacción en ambos lugares. Mientras estoy mirando el filme, especialmente si es de la clase más estúpida, infantil, puedo conseguir retornar al corazón de niño. Y puedo olvidarlo todo, pero tan pronto como el filme concluye y las luces se encienden y veo la incontable multitud de personas, el deseo de buscar alguna alegría, un lugar mas divertido, sube todo lo fuerte y varonil a través de mí pecho, algunas veces puedo respirar, justo enfrente de mi nariz, la fragancia de cabellos, o puedo sentir una mano cálida sobre la mía. Pero en semejantes ocasiones mi mente está calculando el contenido de mi billetera, o mejor dicho, ¡pensando cómo conseguir algo de dinero prestado! Cuando sostengo una mano cálida mano, o respiro el perfume fuerte de unos cabellos, tengo el sentimiento, no solo, de haber sostenido una mano, también de tomar en mis brazos un cuerpo suave, cálido, blanco. Y, ¡cuán solitario me siento cuando regreso a mi casa sin haberlo logrado! No es solo la soledad que se presenta en mí por no haber sido capaz de obtener satisfacción sexual, es una profunda y terrible desesperanza por no haber sido capaz de obtener todo lo que quería.
Cuando tuve algo de dinero, sin que la excitación se haya marchado, lleno de la voz de la lujuria, en esas angostas y sórdidas calles.
Desde el otoño ultimo, fui y estuve con cerca de diez prostitutas. Mitsu, Masa, Kiyo, Mine, Tsuyu, Hana, Aki, he olvidado el nombre de algunas de ellas.
Buscaba un cuerpo blanco, cálido, suave, un placer en el cual mi cuerpo y mente se fundirían. Pero aquellas mujeres, las mayores, y las de quince años, quienes aun eran niñas, todas habían dormido con cientos de hombres.
No había luminosidad en sus rostros, sus pieles eran frías y ásperas, ellas eran frecuentadas por tantos hombres que no sentían excitación alguna. Todo equivalía a ello, ellas alquilaban sus partes íntimas a hombres, recibiendo una magra paga a cambio. Sin siquiera en molestarse en deshacer la faja de sus kimonos ellas decían “bien”, y yacían desnudas, sin el menor signo de preocupación.
Para ellas no tenía la menor importancia si había alguien o no del otro lado que pudiese escucharlas. Todo ello se resumía a un sistema excretorio que fue afectado por miles de hombres. No tenían el deseo de curarse a sí mismas con un placer en el cual podrían haber fundido sus mentes y cuerpos.
El deseo de buscar una excitación fuerte no me dejaba, incluso cuando yo estaba recibiendo la excitación. En la noche, había quedado exhausto después de hacerlo tres o cuatro veces.
Para mí no es más posible ir a algún sitio por mis propios medios, sin embargo, no puedo obtener satisfacción de las personas. No soporto la agonía de la vida humana en sí misma, pero no puedo hacer nada al respecto. Ha y una fuerte responsabilidad y todo permanece con los grilletes de la convención. ¿Qué debo hacer? Hamlet dijo, ¿ser o no ser?, pero en el mundo actual la pregunta de Hamlet acerca de la muerte se ha convertido en algo más complicado que en los tiempos de Hamlet. ¡Ho Ilia! El plan de Ilia fue el mayor plan que cualquier ser humano podría imaginar. Él trato de escapar de la vida, no, él escapo, y entonces con todas sus fuerzas huyo de la vida –de esta vida que nosotros llevamos- hacia un inagotable sendero de penumbras. Él precipito sus hemisferios contra una pared de piedra. Ilia fue un soltero. Siempre pienso; ¡cuán afortunado fue Ilia de haber sido un soltero! Esa es la diferencia entre el desafortunado Ilia y yo.
Estoy exhausto en este momento, estoy buscando paz mental. ¿Qué clase de cosa es “paz Mental”? ¿Que es eso? Ni aunque pasaran cien años, hace mucho tiempo atrás que no puedo volver a tener la mente en blanco, que tuve, antes de conocer el dolor. ¿Dónde está la Paz mental?
Yo necesito estar enfermo, este deseo, ha estado latente en mi mente desde hace un largo tiempo. ¡Enfermo! Esta palabra, cuyo sentido las personas detestan, suena para mi, tan dulce como el nombre de la montaña en donde nací. Una vida libre, ¡liberada de todas las responsabilidades!
La enfermedad es el único camino que nosotros tenemos para conseguir paz mental.
Yo pienso: deseo que todos ellos estuviesen muertos. Pero nadie muere. Yo pienso: deseo que todos ellos fuesen mis enemigos. Pero ninguno me muestra ninguna enemistad en particular, y todos mis amigos se apenan de mí.
¿Por qué soy amado? ¿Por qué no puedo odiar a nadie en este mundo? Ser amado es un insulto intolerable.
¡Pero estoy cansado! ¡Soy un débil!

Solo por un año, incluso un mes,
Hasta una semana, lo harían hasta tres días,
¡Dios, si tu existes, Dios!
Tengo solo un deseo,
Que Tu voluntad debilite mi cuerpo en algún lugar.
No importe si eso duele, hazme enfermar,
Oh, hazme enfermar.

Yo necesito descansar todo mi cuerpo
Sobre puro, blanco, confortable y
Agradable envoltorio
Almohadones, donde yo sienta como si me estuviera hundiendo
Todo un sendero hacia un valle de paz. No,
Lo haría sobre una desgastada alfombra de un hogar para envejecer,
Sin pensar acerca de nada (por lo tanto, si muero no me importa)
Dormir un largo tiempo.

Dormir tan profundamente que no sabría
Si alguien se aproximase y robara mis manos y pies.
¿Cómo es que siento esto? ¡Ha¡
Solo pensarlo me hace dormitar.

Si yo pudiese arrancarme y tirar
Este ropaje que yo visto ahora,
Este pesado, pesado ropaje de obligación (ha, yo crecí indolente)
Mi cuerpo seria liviano como el hidrogeno,
Y quizá volaría alto, alto hacia el gran cielo,
Y todos abajo dirían ¡quizás es una alondra!

¡Muerte! ¡Muerte! Mi deseo
Es eso solamente.

¡Ah!, ¿tú me matarías verdaderamente? Espera solo un poco,
Dios misericordioso, ¡oh!, ¡solo un pequeño momento!
Solo un poco, lo suficiente para comprar algo de pan,
Cinco, cinco centavos lo harían,
¡Si tú tienes la suficiente misericordia para matarme!

Un viento cálido cargado de lluvia, esta soplando esta tarde. A la distancia el croar de las ranas.
A las tres de la mañana vino la lluvia, cayendo repentinamente.

Domingo 11

Hoy tuve que ir a una reunión de poesía a la casa de los Yosano.
Naturalmente, no habría oportunidades que algo divertido ocurriera. Hirade estuvo relatando el gran éxito que habían tenido los seguidores de “Devotes of Pan”. Yoshii, quien llego tarde, estuvo diciendo “anoche cuando me emborrache y orine desde el puente de Etai, un policía me grito violentamente”.
Todos parecían haber tenido unos momentos de exceso.
Como era usual, nosotros escribíamos poemas sobre temas dados con anterioridad. Deben haber sido las nueve en punto, cuando la selección de poemas fue concluida.
Momentáneamente no he sentido la seriedad para escribir versos uta, y como es usual escribi algunos versos en broma. Aquí va un par.

Cuando calzo zapatos
Que hacen ruido
Me siento incomodo, como sí
Caminara sobre una rana.

Tus ojos deben tener
El mecanismo
De una lapicera fuente
Siempre estas derramando lagrimas.
El hombre
Cuyas manos tiemblan
Y su voz se quiebra
Como presagio de una mujer
Que ya no existe.

Akiko sugirió que nos sentásemos a componer poesía toda la noche. Invente una excusa estúpida y me fui.
Otro precioso día dilapidado. Repentinamente un sentimiento de pena surgió en mi interior. Si yo iba a ver a los capullos de los cerezos, ¿Por qué no fui por mi propia cuenta y los observé como deseaba? ¡Una reunión de poesía! ¡Una de las cosas más estúpidas!
Soy una persona que se deleita en soledad, un individualista de nacimiento. Siento como el tiempo que consumo con los demás, o al menos cuando no he estado peleando con ellos, es un tiempo tan vacio. Eso se ve tan natural para mi, que cuando consumo un hora con una, dos o tres o más personas, la misma hora o al menos la mitad de ella, tenga tanta vacuidad.
Yo solía gozar con la visita de las personas, y trataba de despedir a mis visitantes lo más felices como me fuese posible, de esa manera ellos regresarían nuevamente. ¡Qué cosa estúpida haber hecho eso! Ahora no estoy tan a gusto cuando las personas vienen. A los únicos que me agrada ver, son aquellos, quienes estén probablemente predispuestos a prestarme dinero cuando estoy quebrado. Pero trato de no pedir prestado dinero al menos que tenga que hacerlo. ¡Cuán feliz seria si pudiera hacer me vida sin tener que ser ayudado en nada a causa de la conmiseración que causo! Esto no se refiere al dinero solamente. Entonces podría vivir sin escuchar las palabras de nadie. He estado pensando en la manera sin sentido en la que estado viviendo, pero los pensamientos que tengo después me aterrorizan. Mi escritorio es un desorden, no tengo nada para leer. En este momento la cosa más estresante es escribir una carta para mí madre, eso también me atemoriza. Siempre pienso: desearía confortar a esa pobre gente escribiéndoles algo, cualquier cosa al menos, desde los comienzos del año, les envié a ellas exactamente una carta y una postal. ¿Este mes? Ello fue a comienzos del mes, recibí una carta de ellas diciendo que tenían nada más que veinte centavos para los gastos de Kioko. Pedí un anticipo en la firma, inclusive más de lo usual, con la intención de enviarles quince Yenes. Pero lo pospuse día a día por la aversión que tengo de escribir una carta.
Ah. Caí dormido inmediatamente.

Lunes 12

El día de hoy fue precisamente tan precioso como el de ayer. Los capullos de los cerezos disfrutaban sus tres días de vida bajo un cielo sin viento, esperando caer. El cerezo debajo de mi ventana está dejando ver pálidas hojas sobre los capullos.
Descendiendo por el lado derecho de la calle, exactamente en la esquina de Tamachi está la tienda de un zapatero. Cuando pase por allí repentinamente escuche la voz feliz de un muchacho penetrando en mis oídos, como si viniera de un recuerdo afectuoso. Un amplio pastizal flotaba ante mis ojos. Una alondra estaba cantando en una jaula en la tienda del zapatero. Por un minuto o algo así, recordé a mi sobrino fallecido, con quien solía ir de cacería en los campos cercanos a su casa. Cuando pienso acerca de ello, haber dejado a mis viejos amigos, si, viejos amigos, y el tiempo ha venido por mí a construir un hogar en mi interior. Los “viejos amigos” que tengo en realidad son, o eran, mis amigos más recientes. Naturalmente no pienso en Yosano como un hermano mayor o como un padre. Él es simplemente una persona que me ayuda. Las relaciones entre quien ayuda y aquel que es ayudado, solo pueden continuar solamente si el primero es una persona más importante que la ultima, o mientras los dos están transitando caminos diferentes, o si el primero ya no es más importante que el ultimo. Si ambos están transitando el mismo camino y hay rivalidad entre ambos, la amistad finaliza. No sé si tengo un respeto especial hacia Yosano. Los dos somos escritores, pero de alguna manera siento que ambos estamos transitando por caminos diferentes.
No tengo ningún deseo de intimar con Yosano, pero del mismo modo no tengo ninguna necesidad de enemistarme con él. Si la ocasión se presenta, me agradaría agradecerle todo lo que hizo por mí.
Con Akiko es diferente. En algunas ocasiones pienso en Akiko como una hermana mayor… los dos son muy diferentes.
La mayoría de las otras amistades que hice a través de la Nueva Sociedad de Poesía son muy diferentes a la de los Yosanos. Yo ya discutí con Hirano. Yoshii es un mediocre, lascivo, soñador, quien atemoriza a las personas con una máscara de malvado, un mediocre despreciable.
Si su mal llamada literatura es la misma cosa que mi literatura, no tendría dudas en arrojar mi lapicera para siempre. Los otros ni siquiera son dignos de mención.
No, cosas semejantes no tienen sentido. Sin embargo, pienso en ello aunque no signifiquen nada.
Hacer solo lo que me plazca, ir a donde quiera, solo seguir mis propias necesidades…
¡Sí!, necesito hacer lo que me plazca.
Eso es todo, absolutamente todo.
No ser amado por otros, no aceptar su caridad, no prometer nada. No hacer nada que conlleve a pedir perdón. Nunca hablar con nadie de uno mismo. Siempre tener puesta una máscara. Siempre estar listo para la lucha, ser capaz de de golpear al próximo hombre en la cabeza en cualquier momento. No olvidar que cuando haces amistad con alguien, ciertamente, tarde o temprano romperás con él.

Martes 13

Esta mañana temprano abrí mis ojos, me despertó momentáneamente el ruido que hacia la mucama abriendo los postigos de la habitación.
No escuchando nada más, dormite nuevamente, el dormir inconsciente de primavera.
Es un día calmo y nublado. Gradualmente los capullos están comenzando a caer por toda la ciudad.
Mi madre me envió una carta triste.

“Querido señor Ishikawa”
Estuve tan feliz con la carta que usted envió con el señor Miyazaki. Siempre estuve esperando palabras esperanzadoras provenientes de usted, y ya es abril. Estoy cuidando y alimentando a Kyoko, lo cual no hice nunca antes. Ella está creciendo cada día, y ello es casi demasiado para mí. ¿Puede usted enviar por ella? Le ruego el favor de una respuesta. En los días sexto y séptimo de este mes hubo una tormenta terrible. La lluvia provocó goteras por todos lados y no teníamos lugar donde estar. Kyoko estuvo tan perturbada, que no pudo dormir. Se resfrió el día dos de abril y aun no ha mejorado. Setsuko sale a trabajar todas las mañanas a las ocho en punto y no regresa hasta las cinco o seis de la tarde. Es tan difícil para mí cuando ella no está aquí. No queda más dinero para mantener la casa. Hasta un Yen seria apreciado. Le ruego amablemente envíe algo de dinero pronto. ¿Cuándo piensa usted que nosotras podríamos ir a Tokio? Por favor hágamelo saber. Si nosotras no tenemos una pronta respuesta suya, ello será suficiente para nosotras. Nosotras estaremos yendo para allí, por lo tanto haga los preparativos.

Katsu.

¡La carta de mi madre, escrita con caracteres temblorosos, llena de errores ortográficos!
Supongo que no mucha gente aparte de mi podría leerla. Decían que mi madre fue la mejor estudiante en la escuela cuando era una joven. Pero en cuarenta años de vida matrimonial con mi padre, ella nunca jamás escribió una carta. La primera carta que recibí de ella fue hace dos veranos. Deja sola a mi madre en Shibutami. Ella no pudo soportar más ese pueblo horrible, y había escrito tratando de salir de su soledad, buscando en su memoria los caracteres completamente olvidados. Hoy fue la quinta carta que había recibido desde que vine a Tokio. Hay mucho menos errores, y los caracteres están mejor formados. ¡Qué triste la carta de mi Madre!

Miércoles 14
Decidí tomarme libres el día de hoy y el de mañana, y comenzar una historia.
Le llamare “El Caballo de Lana”.
La inspiración en la escritura parece ser algo como el deseo sexual. El hombre de la librería de préstamos vino hoy y me ofreció algunos libros insólitos. De alguna manera necesitaba leerlos, y pedí en préstamo dos. Uno se llama “La Brumosa Noche de los Capullos”, el otro “los Secretos del Amor” perdí tres horas traduciendo del Japonés a Caracteres Romanos La brumosa Noche.
En la noche vino Nakajima junto a un poeta menos llamado Uchiyama. ¡La nariz de Uchiyama tien la forma más extraordinaria! Se ve como si una batata deformada hubiese sido clavada en medio de su rostro, con algunas peladuras por aquí, y con algunos hoyuelos por allá.
Un torrente interminable de charlatanería viene desde el, es como uno de esos pordioseros barbudos que uno ve haciendo payasadas en las calles. Además de todo es prácticamente un enano. Nunca vi a alguien con un aspecto tan patético. Un verdadero lastimoso, farsante inocente, quizá, excesivamente, sentí un extraño impulso de golpearlo en el rostro. Cada afirmación hecha seriamente por el suena graciosa, y cuando dice algo chistoso, con el resoplar de su nariz grotesca, se ve como si estuviera llorando.
Comenzó a llover poco antes de la diez. Nakajima declara ser un socialista, pero es el un socialista muy aristocrático, se fue en un rickshaw.
Uchiyama, el poeta, es un verdadero socialista, se fue a su casa debajo de un paraguas prestado. Se ve verdaderamente como un poeta.
Escribí tres páginas del Caballo De Lana. Deseo a Setsuko, no solo por el solitario repiquetear de la lluvia, sino porque estuve leyendo “La Brumosa Noche en los Capullos”.

Sábado 15

¡No! ¿Mi necesidad por Setsuko crece sin el deseo sexual simplemente?
¡No! ¡No!
Mi amor por ella ha perdido la pasión. Eso es un hecho, no un hecho sorpresivo, si doloroso, también ineluctable.
El amor es solo una parte en la vida humana, no su totalidad, una diversión, algo como una canción. Todos, en algunas ocasiones necesitamos cantar, y ello es algo placentero de hacer. Pero un hombre no puede dilapidad toda su vida en una canción, sin embargo, por mas divertida que sea la canción, satura.
Mi amor ha perdido la pasión; estoy cansado de estar cantando esa canción, no es que eso me desagrade. Setsuko es verdaderamente una bueno mujer. ¿Hay en el mundo otra mujer semejante, buena, gentil, sensible? No puedo imaginar otra mujer mejor que Setsuko. En algunas ocasiones, inclusive mientras verdaderamente dormía con Setsuko, tenia deseos de otras mujeres. Pero, ¿Qué tenía que ver eso con Setsuko? No estuve insatisfecho con ella. Es simplemente que los hombres tenemos deseos complejos.
Mi amor por Setsuko no ha cambiado. Ella no es la única mujer que amé, pero si la que mas amé. Incluso ahora, especialmente durante estos últimos días, pienso en ella frecuentemente.
El sistema matrimonial actual -Todo el sistema social- está plagado de errores.
¿Por qué nosotros debemos estar sujetos a causa de padres, esposa o niños? ¿Por qué ellos deben estar sometidos por mi causa? Pero eso, naturalmente, está totalmente apartado del hecho de amar a mis padres, Setsuko y Kiko.

Viernes 16

¡Qué cosa idiota! Anoche estuve levantado hasta las tres copiando en mi cuaderno de notas, esa antigua novela pornográfica, “La Brumosa Noche en los Capullos”. ¡Ah! Yo.
¡No pude controlar mi anhelo por ese placer intenso!
Cuando desperté esta mañana, cerca de la diez, sentí una extraña fatiga mental.
Leí la carta de Mizayaki.
¿Todos ellos deberían morir, o yo debo morir? ¡Es lo uno o lo otro! Verdaderamente pensé que, cuando me siente podría escribir una respuesta. Asegure a Misayaki que ahora soy capaz de construir una vida, y le dije, todo lo que necesito es dinero para mudarme de estos apartamentos, rentar una casa, y pagar los gastos de viaje de mi familia. Cuando terminé de escribir quise estar muerto.
Finalmente le envié el único Yen a mi madre. Sin disgusto por escribir, sin temor, me negué a enviar el Yen hasta hoy. Lo envolví en la carta dirigida a Misayaki.
Anoche Kindaichi vino a mi habitación, hablo acerca de todo, esperando provocar algo de inspiración literaria en mí. No respondí, sin embargo, di rienda suelta a una variedad de bromas absurdas, lo que hizo eventualmente enojar e irse a Kindaichi. Tome mi lapicera inmediatamente después. Transcurrida media hora, estuve obligado a darle seria consideración a mi inhabilidad de escribir una novela y al hecho que mi futuro está desprovisto de esperanza. Fui a la habitación de Kindaichi y actué todo mi repertorio de trucos estúpidos. Pinté un gran rostro en mi pecho e hice toda clase de muecas silbando como un tordo, y, para concluir tome mi cuchillo actuando la parte de un asesino de una obra de teatro. ¡Kindaichi huyo de la habitación! ¡Desde luego, debo haber estado pensando algo horrible! Tuve que apagar la luz de su habitación, y pararme en la puerta a blandir mi cuchillo. Luego, de regreso en mi habitación, nos miramos el uno al otro consternados por lo que había ocurrido. Pensé que el suicidio no podría atemorizarme.
Entonces, por la noche ¿Qué haré? ¡Brumosa noche en los Capullos!
Son cerca de las dos de la mañana. En algún sitio, más allá de Koishigawa hay un incendio, una solitaria, pálida línea roja de humo escala perpendicularmente hacia el oscuro cielo.
¡Un incendio!

Sábado 17

Hoy no fui a trabajar porque estuve seguro que sería capaz de escribir- no, fue porque necesitaba tomarme el día libre que decidí escribir. Intente describir los pensamientos que tuve anoche acerca del suicidio. Escribí tres páginas y no pude pensar en otra línea más.
Trate de corregir algunos poemas, pero solo el extender el papel fue suficiente para enfermarme.
Pensé en escribir una historia acerca de un hombre que es arrestado por la policía por dormir en una casa abandonada, pero no pude encontrar la energía para sostener mi lapicera.
Me dije a mi mismo, “verdaderamente abandone mi carrera literaria”
Si abandono la literatura, ¿qué debo hacer?
¡Morir! Esa es la única respuesta.
Cualquiera de las dos alternativas, o debo tener dinero o ser liberado de todas las responsabilidades.
Probablemente este problema me atormentara hasta que muera- ¡Pensare acerca de ello en cama!

Lunes 19

El trato abominable que recibo en mi habitación rentada ha llegado a un límite. Desperté cerca de las nueve. Incluso después de bañarme no había fuego. Deshice mi cama y la guarde. Mientras fumaba impacientemente un cigarrillo, un niño paso por el pasillo. Le dije que encienda el fuego y me traiga algo de agua caliente. Veinte minutos después trajeron el desayuno. Nada para comer con ello. Hice sonar la campana. Nadie vino. Toque nuevamente. Nadie vino. Después de lo que parecieron horas la mucama vino y me alcanzó una cuchara, después de eso ella se fue sin decir una palabra. La sopa se había convertido en una roca.
Debajo de mi ventana un saúco está floreciendo. Hace mucho, mucho tiempo, cuando aún vivía en Shibutami, frecuentemente solía hacer pipas con las ramas del saúco.
Cuando la mucama y los otros son groseros conmigo, siempre pienso, ¡al demonio con ellos! ¡Solo imagino, como me adularían ellos cuando pague la cuenta! Pero me pregunto, ¿Alguna vez vendrá semejante día?

Miércoles 21

Los cerezos están llenos de hojas. Cuando abrí la ventana esta mañana, un color claro de hojas jóvenes se mezclo con mis ojos. Ayer vi dos personas con sombreros de verano. ¡Es verano!
A las nueve en punto fui a los baños públicos en Daimichi. Frecuentemente solía ir allí el año pasado, cuando por vez primera vine a Tokio. Nada cambio, excepto por la joven de diecisiete años que atendía, la única que se mostraba afectuosa conmigo, ya no estaba mas allí. Podría ver a través de la ventana las sombras de las jóvenes hojas en la fresca mañana soleada.
Retorné a todos mis sentimientos de hace un año atrás. Luego la memoria de un Tokio terrible en verano retorno a mí con dolorosa intensidad, ese verano que desperdicie en mi habitación rentada. Estaba en terribles aprietos económicos, pero feliz de estar escapando, aunque sea brevemente, de la responsabilidad de mantener a mi familia. Si, estuve disfrutando de la sensación de ser casi un soltero. Por ese entonces, abandone pronto a la mujer con la cual estuve teniendo un affaire. Ella es ahora una geisha en Asakusa. Algo importante cambio. Hice algunos amigos y los descarté.
Mientras me pasaba la esponja por el cuerpo, saludable como lo era en ese entonces, me perdí en recuerdos, ¡un año de terribles dificultades! El espantoso verano está viniendo nuevamente hacia mí- ¡El novelista sin un centavo! ¡El verano espantoso! Con profunda pena y grandes dolores por el esfuerzo físico, otro joven con éxtasis en las manos, ¡Nihilista!
Al salir por la puerta de la casa de baños, la mujer expresiva que ayer me vendió el jabón ayer me dijo “buenos días” con un gesto algo calmo y favorable.
El baño y los recuerdos me alcanzaron algo de calidez y alegría juvenil. Soy joven, y al menos, la vida no es tan oscura, ni tan dolorosa.
El sol brilla y la luna está en calma. Si no les envío dinero, o no las traigo a Tokio, mi madre y mi esposa encontraran manera de alimentarse.
Soy joven, joven, joven: yo tengo el cerebro, la lapicera, los ojos, el corazón y la mente, que es todo, todo de todo. Si el encargado de las habitaciones me hecha de esta habitación, iré a otro sitio. Hay muchas hosterías y hoteles en esta capital. Hoy tengo cinco centavos, pero ¿Qué significa ello para mí? ¡Tonterías! Hay muchos, muchos escritores en Tokio. ¿Qué tiene que ver eso con migo? No tiene nada que ver. Ellos están escribiendo con sus manos y el pincel, ¡pero yo debo escribir con la tinta y la lapicera fuente! Eso es todo. ¡Ah, el llameante verano y la coloreada verde lucha!

Datos biográficos de Ishikawa Takuboku

Nombre real: Jajime Ishikawa
Día de nacimiento: 20 de febrero de 1886
1886- Nacido en el templo Joko Hinoto-mura (actualmente Hinoto, Tamayama-Mura) Minami-Iwate-Gun, Prefectura Iwate, provincia de Itei. El padre fue el sacerdote del templo, la madre se llamaba Katsu.
1887- Se trasladan a Shibutami-Mura (actualmente Shibutami, Tamayama-Mura)
1891- Concurre a la escuela elemental Shibutami (4 años)
1895- Concurre a la escuela elemental avanzada Morioka (2 años)
1898- Concurre a la escuela media Morioka.
1899- Publica un folleto de su autoría, impreso a mano con un método llamado hectografía.
1890- Forma un grupo con el propósito de estudiar Ingles llamado Unión Club.
Son publicados el primer y segundo número de su revista Choji.
Se enamora de Setsuko Horiai que estudiaba en la escuela media femenina Morioka.
1901- publica el tercer número de Mikazuki (Luna Creciente) revista de distribución gratuita y el primer número de la revista Nigitama. Sus versos Tankas aparecen en Iwate Nippo Diario de noticias local, los firma con el seudónimo Suiko, fue ésta la primera aparición pública de sus trabajos.
1902- Sus versos Tankas son publicdos en Myojo, revista de literatura bajo el seudónimo Hakuhin. Abandona la escuela media Morioka a causa de sus aspiraciones literarias. Viaja a Tokio y hace amistad con Tekkan y Akiko Yosano.
1903- Regresa a su hogar en Shibutami. Aparecen en Iwate Nippo unos artículos en serie llamados” ideas de Warner”. El poema Shucho “melodías penosas” aparece en Myojo, por vez primera firma con su seudónimo Takuboku. En noviembre se une al círculo de poetas Shinshisha.
1904- Publica en Iwate Nippo artículos en serie llamados Senun Yoroku (Memorando personal en tiempo de Guerra) justo después del estallido de la guerra Ruso- Japonesa.
1905- La primera colección de poemas de su autoría Akogare (admiración) es publicada por Odajima Shobo. Publica la revista Sho- Tenchi (Pequeño Mundo) Contrae matrimonio con Horiai Setsuko.
1906- Es nombrado profesor sustituto en la escuela elemental avanzada Shibutami. Escribe su novela Kumo wa Tensai dearu (Las Nubes Son Genios) la cual nunca es publicada durante su vida. Su novela Soretsu (Procesión Funeral) es publicada en la revista literaria Myojo en el número de diciembre de 1906.
1907- Es nombrado profesor sustituto en la escuela elemental Hakodate Yayoi, y trabaja como reportero freelance en el periódico Hokodate Nichinichi Shimbum. A causa del gran incendio en
la localidad de Hokodate pierde sus empleos teniendo que abandonar la localidad. Consigue empleo en diferentes periódicos.
1908- Se emplea en el periódico Kushiro Shimbun, escribe Benifude- dayori*.Luego se traslada en primavera al distrito de Hogo en Tokio.
1909- Es empleado en la Editorial Asahi Shimbun como corrector de prueba. Edita la revista literaria Subaru como editor.
1910- Publica su primera colección de versos Tankas Ichiaku-no-Suna (Un puñado de Arena) por la editorial Shinonome- do Shoten.
1911- Regresa a Koishikawa por problemas de salud.
1912- En marzo su madre Katsu fallece. El 13 de abril fallece Ishikawa Takuboku a la edad de 27 años a causa de tuberculosis, siendo cuidado por su esposa Setsuko y su amigo Bokusui Wakayama. Después de su muerte es publicada su segunda colección de versos Tankas Kanashiki Gangu (Tristes Juguetes) por la editorial Shinonome-do Shoten. Su diario personal (Romaji Nikki) escrito en Romaji es traducido al idioma inglés en el año 1954.

Periodo Tokugawa
El shogunato Tokugawa, también conocido como shogunato Edo, bakufu Tokugawa o, por su nombre original en japonés, bafuku Edo (江戸幕府, Edo bakufu?), fue el tercer y último shogunato[1] que ostentó el poder en todo Japón; los dos anteriores fueron el shogunato Kamakura (1192 - 1333) y el shogunato Ashikaga (1336 - 1573). Este shogunato fue instaurado por el shōgun[1] Tokugawa Ieyasu, fundador del clan Tokugawa (徳川氏, Tokugawa-shi?) y descendiente del clan Matsudaira, el 24 de marzo de 1603 (que corresponde al 12.º día del segundo mes del año 8 de la era Keichō en el calendario tradicional japonés).
Durante el período de los shogunatos, existía una especie de dictadura militar sometida específicamente al Emperador de Japón. El shōgun, convertido en general en jefe de las fuerzas armadas de Japón, tenía el poder militar y político del país; mientras que al Emperador le fueron asignados poder espiritual y religioso, a modo de enlace entre las personas y los dioses, y poder nominal en la Corte Imperial de Kioto. Esta situación era análoga, en parte, a la dominante entre las monarquías europeas de origen católico durante la Edad Media, cuando los monarcas poseyeron el poder político y militar, y el Papa, el poder religioso.
Quince shōgun administraron el poder del clan Tokugawa y del país durante 264 años, subordinando a los demás clanes a cambio de un poder secundario o provincial. En este período el clan es conocido por adoptar una política que centralizó y unificó al país devastado por las guerras de la antigua era Sengoku, y logró establecer un sistema de clases en la sociedad japonesa. También es conocido por adoptar una postura de aislamiento absoluto frente al resto del mundo (sakoku), que desembocó en la prohibición y expulsión de extranjeros y en la eliminación de influencias externas por cualquier medio. Tal fue el caso del exterminio de cristianos durante el shogunato, así como de otras resoluciones drásticas, cuyo propósito fue mantener el balance del poder en Japón.
El poder nominal del shogunato estaba en la ciudad de Edo (actual Tokio), a diferencia del poder imperial, establecido en Kioto. Es así que este período de dominio del shogunato Tokugawa es conocido como período Edo o período Tokugawa.
Dicho período terminó bajo múltiples presiones con la entrega del poder de Tokugawa Yoshinobu al Emperador Meiji, el 9 de noviembre de 1867 (que corresponde al 14.º día del décimo mes del año 3 de la era Keiō en el calendario tradicional japonés). A partir de entonces el shogunato fue abolido y el Emperador obtuvo el poder militar y político del país, desencadenando la Restauración Meiji que transformaría al país radicalmente durante el resto del siglo XIX.
Periodo Meiji
La restauración Meiji Bakumatsu no Dōran (fin del régimen del shōgun) fue la caída del régimen despótico en el Japón. Este régimen era muy parecido al feudalismo europeo, el emperador (que se creía que descendía de los dioses) no tenía el poder real sino que dependía del daimyō (señor feudal o hacendado de familias importantes) más importante. Este se titulaba "shōgun", que es el mayor rango que un daimyō podía obtener. Por eso el régimen político se llamaba shogunato o bakufu. Ahora bien, Japón hasta 1853 había permanecido aislado del resto del mundo económica y políticamente (excepto para China y Holanda). En esta fecha llega una flota armada estadounidense (al mando del Comodoro Perry) que tenía como propósito demandar un tratado de comercio. Este hecho se conoce también como "Kuro-fune raikō" (llegada de los barcos negros). Al no tener Japón una armada para hacerle frente tuvo que aceptar el tratado, evidenciando lo débil que era el país.
Esta revolución tuvo una particularidad única en la historia; la misma clase dominante (la aristocracia) fue la que vio la necesidad de cambio y de renunciar a sus derechos especiales. Por eso estaban divididos en dos bandos: los Ishin shishi y los partidarios del shogunato. Los terratenientes (daimyō) que estaban en contra del shogunato lideraron el Ishin shishi. Entre ellos destacan tres dirigentes, el llamado Ishin sanketsu (el triunvirato Ishin), cuyos integrantes eran Toshimichi Ookubo, Saigō Takamori y Kogoro Katsura.
Los partidarios del shogunato contaban con diferentes fuerzas para enfrentarse a estos revolucionarios; entre ellos el Shinsengumi (una fuerza paramilitar-policial situada en Kioto). Para 1867 el movimiento revolucionario había logrado un avance decisivo y el emperador Meiji (que no tenía poder real) dicta la orden de disolver el bakufu (shogunado). Pero el shōgun Tokugawa Yoshimune se resiste a dejar el poder en manos del Ishin shishi y en 1868 se desarrollan cinco batallas más, llamadas las Guerras Boshin, en orden cronológico son estas: Toba-Fushimi, Monte Ueno, Nagoaka, Aizu y Hakodate.
Posteriormente los samuráis tras los radicales cambios realizados por el emperador, se rebelan contra éste, formando un ejército cuyo enemigo será el emperador al abolir los privilegios de la clase samurái, los contrincantes fueron el recién fundado cuerpo de policía, formada en gran parte por samuráis que se pusieron al servicio del emperador y samuráis de los clanes vencedores en las Guerras Boshin: Satsuma y Chozu.
Los resultados de las cinco guerras fueron determinantes y el shōgun convocó a consejo al ishin Saigō Takamori, en el que estuvo presente el jefe de marina shogunal, Katsu Kaishū. El resultado de este consejo fue la rendición del shogunato.
La formación en 1866 de la alianza Satsuma-Chōshū entre Saigō Takamori, el líder del territorio Satsuma, y Kido Takayoshi, el líder del territorio Chōshū, construyen los cimientos de la restauración Meiji. Estos dos líderes apoyaron al Emperador Kōmei (padre del emperador Meiji) y se aliaron junto a Sakamoto Ryoma con el propósito de cambiar el gobierno del Shogunato Tokugawa (bakufu) y devolver el poder al emperador. A finales de 1867, el Emperador Meiji asciende al trono después de la muerte del emperador Kōmei. Este periodo también supuso un cambio a Japón desde el comienzo de una sociedad feudal a tomar una economía capitalista con una persistente influencia occidental.
En 1868 comienza la era Meiji (o Restauración Meiji). En ésta quedan abolidos los privilegios especiales de los samuráis, se le da a la población la posibilidad de portar apellido (privilegio hasta entonces de la aristocracia, mientras que la gente llevaba el nombre de su profesión, por ejemplo, el capitán de un barco se llamaba "Anjin" -"capitán"-). Estos cambios provocaron la inestabilidad del país en el comienzo de la era Meiji. Hubo muchos levantamientos, pero se puede destacar el de Saigō Takamori, integrante del triunvirato ishin, amigo y compañero de Toshimichi Ookubo. Saigō es derrotado por Ōkubo y hecho ejecutar. La era Meiji logró la estabilidad total después de cuatro décadas.
Para ampliar: www. es.wikipedia.org