Ella viene a tomarnos de la mano
Lentamente,
A decir:
¡Cierren los ojos!
¿Es que no comprenden al descanso?
¿Acaso no escuchas mi voz?
Estoy hablando con ellos…
¿Quiénes son ellos?
Las imágenes de mis recuerdos,
Mis fantasmas,
Ella tenía su cara completamente redonda
¡Nada tan blanco!
Venia extendiéndome su mano,
Eran dedos o rayos pálidos,
Su espalda era cubierta suavemente
Por aquel manto, negro terciopelo,
Adornado por pequeños zafiros celestes,
Rojos rubíes,
Blanca estela refulgente.
Sus manos se posaron sobre ojos,
Ellas fueron las hojas secas del otoño
En su manera, asentándose sobre un frio suelo,
Entornando a ellos,
Calmando al corazón en sus golpes…
Rolando Leturia
Lentamente,
A decir:
¡Cierren los ojos!
¿Es que no comprenden al descanso?
¿Acaso no escuchas mi voz?
Estoy hablando con ellos…
¿Quiénes son ellos?
Las imágenes de mis recuerdos,
Mis fantasmas,
Ella tenía su cara completamente redonda
¡Nada tan blanco!
Venia extendiéndome su mano,
Eran dedos o rayos pálidos,
Su espalda era cubierta suavemente
Por aquel manto, negro terciopelo,
Adornado por pequeños zafiros celestes,
Rojos rubíes,
Blanca estela refulgente.
Sus manos se posaron sobre ojos,
Ellas fueron las hojas secas del otoño
En su manera, asentándose sobre un frio suelo,
Entornando a ellos,
Calmando al corazón en sus golpes…
Rolando Leturia
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